Al ser determinado por el equipo de atención médica del paciente con cáncer, que ya este no puede ser controlado, en esos casos por lo general, cesan los exámenes clínicos y el tratamiento del cáncer. Pero, la atención al final de la vida de la persona con cáncer continúa de igual forma, con énfasis en mejorar tanto su calidad de vida como la de todos sus familiares, y en mantener el bienestar de ellos durante las semanas o meses siguientes.
Asimismo, los medicamentos y tratamientos que reciben estas personas en ese periodo final de su vida pueden controlar el dolor y otros síntomas, tales como el estreñimiento, las náuseas y la falta de aliento. Generalmente, algunas personas permanecen en el hogar cuando reciben tales tratamientos, mientras que otras son internadas en un hospital.
De cualquier modo, existen servicios que ayudan a los pacientes y a sus familias con los problemas médicos, que influyen de manera psicológica, social y espiritual relacionados con la muerte. Los programas de cuidados al final de la vida son los proveedores más completos y coordinados de esos mismos servicios.
Del mismo modo, el período al final de la vida es diferente para cada persona. Las señales y síntomas que estas presentan varían a medida que su enfermedad continúa, y cada persona tiene necesidades únicas de información y de apoyo.
Los familiares del paciente deberán conversar unos con otros y también con el equipo de atención médica sobre las preguntas y las inquietudes que tengan con respecto a la etapa final de la vida, a medida que estas se presentan.
Por otro lado, la comunicación sobre los cuidados al final de la vida y las decisiones que se toman durante los últimos meses de vida del paciente son de carácter muy importantes. Científicamente está comprobado que los pacientes prefieren una conversación abierta y honesta con su médico acerca de las alternativas en cuanto a cuidados al final de su vida al principio de su enfermedad y sienten más satisfacción cuando tienen esta conversación.
Es muy recomendable que los pacientes completen sus instrucciones por adelantado, las cuales son documentos que establecen los deseos de una persona en cuanto a su cuidado. Estos documentos van a designar también a una persona que el paciente elige para tomar decisiones relacionadas con su cuidado cuando ya no tenga la capacidad para hacerlo.
Cabe señalar que es sumamente importante que las personas con cáncer tomen las decisiones pertinentes al caso antes de que sea muy tarde para tomarlas. No obstante, si una persona llega a ese punto antes de haber completado las instrucciones por adelantado, es útil que los familiares que la cuidan sepan qué tipo de atención quisiera recibir su ser querido.
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Cómo pueden determinar los médicos cuánto tiempo vivirá una persona
Generalmente los pacientes y sus familias quieren saber cuánto tiempo vivirá una persona con cáncer. Ya que suele ser normal querer prepararse para el futuro. Sin embargo, predecir cuánto tiempo queda de vida a una persona es una pregunta difícil de responder, ya que hay que tener en cuenta ciertos factores tales como lo son el tipo de cáncer, su ubicación y la presencia de otras enfermedades adversas que pueden afectar el pronóstico.
Por otro lado, aunque los médicos puedan hacer una estimación del tiempo que vivirá una persona con base en lo que saben de ella, es probable que no quieran precipitarse. A veces simplemente, temen subestimar o sobrestimar lo que queda de vida al paciente. Además también, pueden temar dar falsas esperanzas o destruir el deseo de vivir de la persona.
Cuando debe pedir ayuda profesional la persona que cuida de un paciente con cáncer en el hogar
Las personas que cuidan de pacientes con cáncer en el hogar deberán estar al pendiente de preguntarles si se sienten cómodos, si sienten algún dolor y si tienen cualquier otro problema físico.
Existen casos en los cuales el cuidador necesita ayuda del equipo de atención médica del paciente. El cuidador puede comunicarse con el médico o con la enfermera del paciente en cualquiera de las siguientes situaciones:
- Sensación de dolor ya que la dosis recetada de analgésicos no lo logra aliviar.
- Presencia de nuevos síntomas, tales como náuseas, vómitos, mayor confusión, ansiedad o inquietud.
- Experimentar síntomas que ya se habían controlado bien.
- Demostrar incomodidad, con muecas o con quejas.
- Presencia de problemas para respirar e incluso da la impresión de estar enfadado.
- El paciente no puede orinar o evacuar.
- Si tuvo una caída.
- Cuando el paciente está muy deprimido o habla de suicidarse.
- Si el cuidador tiene dificultad para dar los medicamentos al paciente.
En el caso en el que el cuidador está agobiado por el cuidado del paciente, este triste o tenga miedo de estar con él, y no sabe cómo manejar la situación.
Es importante no olvidar que el médico del paciente puede ponerse en contacto con expertos en cuidados paliativos en cualquier punto de la enfermedad de la persona para ayudar en estas situaciones, estos están disponibles no solo en hospitales sino también en establecimientos de atención ambulatoria.
En qué momento se debe acudir a programas de atención al paciente terminal
Algunas personas creen que los programas de atención al paciente terminal son solo apropiados en los últimos días o semanas de vida de este, pero esto no es así ya que estos servicios se pueden usar tanto como hasta seis meses antes del tiempo anticipado de la muerte, por lo que quienes han perdido a seres queridos reiteran que se arrepienten de no haber acudido antes a tales programas.
Es evidente entonces, que los pacientes y familias que usan los servicios de programas de atención al paciente terminal afirman una calidad de vida más alta que quienes no lo hacen. Tales programas ofrecen servicios de carácter muy útiles, incluso lo que implica una atención médica, asesoría y servicios de relevo.
Regularmente, las personas tienen derecho a recibir tales servicios cuando sus médicos firman una declaración que confirma que los pacientes con su tipo y estadio de la enfermedad, en promedio, no tienen probabilidad de sobrevivir más de seis meses.
Como brindar apoyo emocional a una paciente con cáncer terminal
Cabe mencionar, que cada persona tiene necesidades diferentes, pero por lo regular, algunas preocupaciones son comunes en la mayoría de los pacientes terminales. Siendo estas el temor del abandono y el temor de ser una carga. Ya que las personas que están muriendo se preocupan también de la falta de dignidad y de control. Entonces algunas de las formas en que quienes cuidan de pacientes pueden confortarles si tienen estas inquietudes son:
- Acompañar a la persona. Platicar, ver películas, leer o simplemente estar con ella.
- Permitir que el paciente exprese sus temores e inquietudes sobre la muerte, como desprenderse de su familia y amigos. Se debe preparar para escuchar.
- Disponerse a traer a la memoria la vida de la persona.
- Evitar ocultar información delicada.
- Asegurar al paciente que se ejecutarán las instrucciones por adelantado, así como el testamento en vida.
- Preguntar al paciente si hay algo que usted puede hacer.
- Respetar la necesidad de privacidad de la persona.
Dar apoyo a la espiritualidad del paciente, permitirle hablar de las cosas que tienen importancia para ella, hacer visitas espirituales y miembros de la Iglesia, si es apropiado. Manteniendo al alcance objetos de importancia para la persona.
Qué otra información de importancia deben tener en consideración
Los familiares de pacientes con cáncer terminal, suelen verse afectados también, por la salud de sus seres queridos más de lo que pueden pensar. De esta manera, que el hacerse cargo de una persona enferma causa fatiga física y emocional, así como tensión, depresión y ansiedad. Por esto, es importante que los cuidadores cuiden su propio cuerpo, su mente y espíritu. El ayudarse a sí mismos les dará más energías, les ayudará a superar la tensión y, como resultado, serán mejores cuidadores. Finalmente, el pedir apoyo también es de mucha ayuda.
Qué temas se pueden tocar con los pacientes y sus familiares
Suele ser difícil para algunas personas, que se le debe decir a una persona que está por morir. Es normal querer tener una actitud atenta y positiva en vez de hablar de la muerte. Pero, es importante ser realista sobre el estado de gravedad del paciente, los cuidadores pueden animar a sus seres queridos sin darles falsas esperanzas, a pesar de que este puede ser un periodo marcado por pena y aceptación de la pérdida, la etapa final de la vida puede ser también un periodo para buscar significado y reflexionar sobre lo que es importante.
Cómo se debe tratar el tema de cáncer terminal con los niños
Es importante el hablar con los niños sobre el tema estos merecen saber la verdad sobre el pronóstico de un familiar para que puedan prepararse si el ser querido muere. De tal forma, que es muy importante responder a todas sus preguntas con delicadeza y honestidad para que no se imaginen cosas que son peores que la realidad. Por último, se les tiene que asegurar que se les va a atender pase lo que pase.
Cómo causa el cáncer la muerte
Muy regularmente, cada paciente suele ser diferente, y la forma como el cáncer causa la muerte varía, el proceso puede depender del tipo de cáncer, de su ubicación en el cuerpo y de la rapidez con que crece.
En algunas personas, cuando el cáncer ya no se puede controlar y se disemina a tejidos y a órganos sanos, las células del cáncer ocupan el espacio y los nutrientes que usarían los órganos sanos. Como resultado, los órganos sanos ya no pueden funcionar.
Los estadios finales del cáncer pueden ser:
Tubo digestivo: si el cáncer está en el tubo digestivo, los alimentos o desechos quizás no pueden pasar, lo cual ocasiona hinchazón, náuseas o vómitos. Si el cáncer impide que los alimentos sean digeridos o absorbidos, los pacientes pueden también presentar desnutrición.
Pulmones: cuando queda muy poco tejido pulmonar sano o si el cáncer obstruye parte del pulmón, la persona tal vez tenga dificultad para respirar y recibir suficiente oxígeno. Incluso cuando el pulmón colapsa, es posible que se infecte, lo cual puede ser muy difícil de combatir para alguien con cáncer avanzado.
Huesos: si el cáncer está en los huesos, demasiado calcio puede irse al torrente sanguíneo, lo cual puede causar pérdida del conocimiento y muerte. Los huesos con tumores pueden fracturarse y no sanar.
Hígado: este elimina las toxinas de la sangre, ayuda a digerir los alimentos y los convierte en sustancias necesarias para vivir. Si no hay suficiente tejido hepático sano el equilibrio químico del cuerpo se desestabiliza. Posiblemente, la persona puede entrar en coma.
Médula ósea: cuando el cáncer está presente en la médula ósea, el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos sanguíneos sanos, la escasez de glóbulos rojos resultará en anemia, y el cuerpo no tendrá suficiente oxígeno en la sangre. Una cuenta baja de glóbulos blancos dificultará la lucha contra infecciones. Y una disminución de plaquetas impedirá que la sangre coagule, lo cual hará que sea difícil controlar una hemorragia anormal.
Cerebro: un tumor grande en el cerebro puede causar problemas de memoria, de equilibrio, de hemorragia cerebral o de pérdida de alguna función en otra parte del cuerpo, lo cual puede eventualmente resultar en estado de coma.
Suele suceder en ciertos casos, que la causa exacta del cáncer no puede ser determinada y los pacientes simplemente empeoran de manera muy lenta, se debilitan más y más, hasta que sucumben al cáncer y mueren.
Todo esto puede variar, según el paciente ya que como dicen todos los cuerpos no son iguales, variando por lo tanto en sus etapas y grados de avance.
Señales de que la muerte está cerca
Algunas de las señales pueden ayudar al cuidador del paciente con cáncer terminal a anticipar la llegada de la muerte. La etapa final de la vida es diferente en cada persona, esto significa que lo que le puede pasar a una persona quizás no le pase a otra. De igual forma, la presencia de uno o varios de estos síntomas no necesariamente indica que el paciente está por morir.
Aislamiento de amigos y familiares: por lo general, las personas se concentran solo en sí mismas durante las últimas semanas de vida, lo cual puede ser la consecuencia de la falta del suministro de oxígeno al cerebro, de menor flujo sanguíneo o de preparación mental para la muerte, incluso pueden tal vez pierdan interés en cosas que les agradaban, tales como sus programas de televisión favoritos, sus amigos o sus mascotas.
Cambios en el sueño: el paciente quizás padezca de somnolencia, más sueño, sueño intermitente o confusión al despertar, las preocupaciones o inquietudes pueden mantener despiertos a los pacientes durante la noche.
Dolor difícil de controlar: en la medida que el cáncer avanza, es muy posible que sea más difícil controlar el dolor. Por lo que es muy recomendable el administrar analgésicos con mucha regularidad.
Mayor debilidad: la debilidad y la fatiga aumentarán con el tiempo. El paciente puede tener buenos y malos días, así que puede necesitar más ayuda con su cuidado personal diario y para moverse.
Cambios de apetito: los trastornos alimenticios están muy presentes en estos pacientes, a medida que el cuerpo naturalmente deja de funcionar, la persona con cáncer, necesitará y deseará menos alimentos. La falta del apetito es causada por la necesidad del cuerpo de conservar energías y su reducida capacidad de usar alimentos y líquidos adecuadamente.
Percepción: cuando este muy cerca el final de la vida, las personas por lo general presentan episodios de confusión o sueñan despiertas. Quizás pueden confundirse sobre la hora, el sitio y la identidad de sus seres queridos. Quienes les cuidan pueden recordarles, con gentileza, en dónde se encuentran y quién está con ellos. Deberán estar calmados y dar seguridad.
El proceso de la muerte: algunas veces el paciente puede que presente incontinencia urinaria o fecal debido al relajamiento muscular en el área pélvica. Quienes le cuidan deberán seguir manteniendo la ropa de cama limpia y seca, y brindando cuidados personales con delicadeza. Pueden colocar protectores clínicos desechables sobre la cama, debajo del paciente, y cambiarlos cuando estén sucios. También, debido a la disminución de la función renal o de ingestión de líquidos, puede haber una reducción en la cantidad de orina, la cual puede presentar color oscuro y olor fuerte. Asimismo, el ritmo de la respiración puede variar, en ciclos, desde lentos a rápidos.
Cuáles son los signos de que el paciente ha fallecido.
- El paciente ya no respira y no tiene pulso.
Sus ojos ya no se mueven o parpadean, y las pupilas están dilatadas. Los párpados están ligeramente abiertos.
- La mandíbula está relajada y la boca ligeramente abierta.
- El cuerpo evacúa el contenido de los intestinos y de la vejiga.
- El paciente no reacciona cuando se le toca o habla.
La piel del paciente luce muy pálida y se siente fría al tacto.
Qué hacer después de que el paciente ha fallecido
Después de que fallece el paciente, no hay necesidad de apurarse para coordinar arreglos. Cuando la familia del paciente esté lista, se puede hacer lo siguiente:
- Colocar el cuerpo boca arriba y poner una almohada debajo de la cabeza.
- Si el paciente está en un programa de servicios para pacientes terminales, se seguirán las pautas del programa. Un cuidador o un familiar puede pedir que una enfermera del programa verifique la muerte del paciente.
- Llamar a las autoridades pertinentes de acuerdo a las leyes locales. Llamar al médico del paciente y a la funeraria.
- Comunicarse con otros familiares, amigos y con un clérigo.
- Ofrecer u obtener apoyo emocional para los familiares y amigos para que puedan superar la pérdida de su ser querido.