Sus propiedades benéficas para la piel, que no poseen daños colaterales nocivos de manera mediata o a larga data, además de poder utilizarse técnicamente en todo el cuerpo humano, hacen que el láser en la medicina sea el mayor y mejor aliado de los especialistas, sea cual fuere su área, para realizar intervenciones ambulatorias de o procedimientos complicados con un instrumento confiable e incidente en la mejora del paciente.
La pericia del cirujano para utilizar equipos láser para cicatrizar u otros para guiarse micro – milimétricamente como es el caso de los niveles laser, acrecentando las posibilidades de éxito, hacen de este haz de luz una bendición prolífica y muy necesaria desde hace décadas, situación que no cambiará ni con otras tecnologías, el láser perdurará como herramienta vital para la medicina, para siempre.
¿Qué nos apoya en esta última aseveración?
La radiación laser aplica ya sea en los procesos inflamatorios o de roturas en todo el tejido blando, muscular y osteo – articular de nuestro sistema muscular y esquelético. Su uso profesional y metódico ha sido factor preponderante en diversas cirugías para pacientes con cáncer o no, incluyendo en personas cuyo uso del bisturí de diamante podría atraer otras complicaciones, como en las personas diabéticas.
El láser en la medicina ha sido requerido por especialistas y pacientes gracias a la confianza que da su precisión y el mínimo sangrado que llega a crear, lo que reduce la inflamación y el dolor postoperatorios o luego de tratamientos dentales (reparación de caries) o estéticos, como la limpieza facial.
Además, ayuda a cerrar más rápidamente los vasos linfáticos y/o sanguíneos pequeños y posee efecto bactericida que reduce el riesgo de infección.
El láser en la medicina ofrece las siguientes ventajas
- Cualquier operación (el uso preciso de) con rayos láser se hace en fracciones de segundos, lo que acorta el tiempo en pabellón, reduce el stress por operación al paciente y ayuda en la salud y otras tareas del médico.
- La sensación que el paciente tiene es casi que indescriptible, pudiendo estar consciente durante la intervención (incluso verla), ya que no requerirá de anestesia.
- Al paso del láser existe la coagulación instantánea, lo que disminuye el sangrado y posteriores hemorragias. Resulta oportuno en operaciones cuyas donaciones para transfusiones se complican y el tiempo, apremia.
- El láser en la medicina es una alternativa idónea para aquellas personas aprensivas (actitudinal o por estado mental), evitando así que la operación le intimide y se reúse a recibirla.
- En gran cantidad de operaciones con láser, no se requiere de anestesia, lo que ayuda a las personas alérgicas a éstos químicos y al propio riesgo que esta aplicación puede conllevar en una intervención quirúrgica.
- Es difícil definir como dolores postoperatorios a las sensaciones luego de culminado el procedimiento. Incluso muchos pacientes pueden irse por sus propios medios, luego de una muy corta hospitalización por revisiones de ley.
- Además de tener efectos antiinflamatorios, El láser en la medicina resulta de por sí un analgésico.
- Además de cortar cuál bisturí, el láser puede soldar los tejidos lesionados, sean del tamaño que sea.
- En las operaciones retinales o de córnea, no generan daños colaterales para la salud del humor acuoso e iris. Las operaciones con láser –todas- mejoran enormemente la visión para pacientes de toda edad y condición visual.