Para algunos es una paradoja, para otros un contraste y hay quienes dicen que es una mentira que se hace excusa para seguir bebiendo, asistidos por la idea de que ningún médico asigna en un tratamiento el consumo de bebidas alcohólicas. Claro, no lo hacen, pero en la plenitud del bienestar, si existen moderadas recomendaciones de consumo controlado, sea vino tinto o vino blanco afrutado en principio. Esto nos indica que el vino y la salud sí se llevan bien y son real ayuda mutua.
El vino y la salud
Ya son varias las décadas en las que se ha hablado de los efectos positivos que logra tener el vino en la salud, con énfasis en las enfermedades cardiovasculares, algunos síntomas de reflujo e indigestión y en lo anímico, además de ayudar a mantener la lozanía de la piel y a los sentidos gracias a sus cualidades antioxidantes en equilibrio siempre y cuando su dosis sea mínima, pero frecuente.
La dosis recomendada entonces es la de uno o dos vasos de vino. Si usted no es muy asiduo al mismo o los gastos afectan su economía y le podrían acarrear preocupaciones o incomodidades que también puedan mermar su salud, redúzcalo a media copita luego del almuerzo, por ser esta la comida más copiosa del día, lo que le facilitará la digestión y la mejor asimilación de los alimentos.
No es recomendable tomar una siesta inmediatamente después de comer, por lo que es bueno mantenerse en movimiento cuando tenga la ingesta de este fino licor, que por sus triptófanos, pueden causar leve somnolencia.
Ahora el vino y la salud se entremezclan para ayudarle a un mejor dormir nocturno. Con una copa 45 minutos antes de acostarse, tendrá un sueño profundo y mejor descanso.
Cuándo no tomar el vino, así sea en pro de su salud
Además del caso ya citado, evite las siguientes situaciones. Porque queremos bien entremezclar el vino y la salud y no un efecto contrario:
- Si tiene problemas de alcoholismo, ya es por demás inútil.
- En caso de tener que conducir vehículos, manejar maquinaria eléctrica o pesada.
- Si presenta úlceras gástricas o un trimestre luego de una operación de apendicitis, pancreatitis o de vesícula.
- Por prohibición médica ante una condición de salud previa, como diabetes.
- Antes de realizar ejercicios físicos de bajo o alto impacto; puede hacerlo en el caso contrario.
- Ni por el bien que puede acarrear, se ha de inducir a jóvenes Esta debe ser una decisión personal y un aprendizaje sobre moderación y autocuidado que cada quien ha de asumir a su propio ritmo.
Beneficios de su consumo
A manera de recuento y aumento sobre lo que puede hacer el vino y la salud al tomar un máximo de 2 copas diarias de lunes a lunes, tenemos:
- Expulsión paulatina de las grasas saturadas del cuerpo.
- Puede adentrarse al sector de menos riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad por las mismas.
- Estimulante del apetito a la par de aumentar la secreción gástrica.
- Mejoramiento del flujo sanguíneo.
- Aumento de la dopamina, minimizando riesgos de depresión o ansiedad.
- Aminora los riesgos de trombosis y embolias al reducir posibilidad de coagulación de la sangre.
- Detiene la pérdida de masa ósea en mujeres posmenopáusicas.
- Desde hace unos años es recomendado luego de los 35 años porque el vino y la salud se unen en pro de ralentizar la aparición de algunos tipos de cáncer y del Alzheimer.
- Preparar alimentos macerados en vino, acrecienta su sabor y depura de microorganismos.