Siempre se ha dicho que «somos lo que comemos», por esta razón en cuanto a salud se refiere, debemos tener una buena alimentación balanceada para poder tener una buena salud. Mientras mejores sean nuestros hábitos alimenticios menores riesgos tendremos de contraer enfermedades, entre esas tendremos menos riesgo del desarrollo de células cancerígenas en nuestro cuerpo físico. Una dieta sana y equilibrada puede reducir los riesgos de cáncer en un 80%, dicha dieta debe ser alta en frutas, frutas antiinflamatorias, verduras y cereales. Por el contrario una dieta desequilibrada puede ser un factor de riesgo para contraer enfermedades, para tumores del sistema digestivo o páncreas, los alimentos que más te benefician para evitar el riesgo  de cáncer son:

Las verduras: como lo son los tomates por su alto contenido de licopeno.

Los frutos rojos: como lo son las fresas, los arándanos, la sandía y las cerezas.

Las hortalizas: como lo son las zanahorias y los pimientos.

Las verduras de hojas verdes: como lo son el brécol, repollo o coliflor.

Los pescados: principalmente el pescado azul, por su alto contenido en Omega 3, el cual también se ha constatado que ayuda a reducir los efectos físicos del tabaquismo.

La Soja: la cual es beneficiosa para regular la flora intestinal.

Las frutas cítricas.

El aceite de oliva: es uno de los alimentos esenciales en la dieta mediterránea, uno de los más sanos.

El yogur: el cual al igual que la soja, protege también tu sistema intestinal.

El ajo: el cual no solamente previene el colesterol, también es bueno para estimular el sistema inmune, es antiinflamatorio y ayuda a incrementar las defensas del organismo, protegiéndote contra las enfermedades respiratorias por virus y bacterias.

La cebolla: es digestiva, depurativa y diurética, también además de eso es rica en antioxidantes.

Las infusiones: como lo son el té verde,  el cual además de ayudarnos a perder peso, también sirve como un potente antioxidante.

El vino: se recomienda una copa de vino, sin abusar de su consumo, para una dieta sana y equilibrada.

Es bueno también que mantengas un peso adecuado, que tus comidas sean con poca sal, que evites el consumo de tabaco, el consumo de alimentos con lípidos, que ingieras comidas bajas en calorías y hagas siempre una buena dieta y ejercicios para mantenerte saludable y así contribuir a reducir los riesgos de cáncer .